Autor: M.  C.R.+

Hemos visto como a través de esta frase del Cristo nos convertimos en Hijos de Dios y por tanto en “dioses”, tal y como Él mismo nos dijo textualmente.

En la Tradicion Templaria se concibe la Cristificación como un proceso Iniciático, no como una Religión, de ahí que la Orden del Temple fuera una avanzadilla de tolerancia religiosa al admitir excomulgados y no exigir la renuncia a culto alguno para ingresar en la Orden, bastaba con dejar entrar en el Alma al Cristo. Si Cristo no diferenció entre paganos y gentiles,  si incluso se refugiaba y estaba más a gusto en GAL-Ilea(tierra de paganos).¿Quiénes somos nosotros para hacer acepción de personas?.

Todavía hoy se nos acusa de idólatras y herejes por practicar en palabra y obra la Tolerancia Religiosa, que para nosotros no es más que una cura de humildad, lo que es verdaderamente idolatría es pretender creer que Dios ha de hacer las cosas como el hombre quiera, incluso no nos duelen prendas en admitir que todo Culto Iniciático perteneciente a la Tradición es expresión del Verbo, y esto no lo decimos desde el desconocimiento, sino desde el estudio profundo del Evangelio.

En los Hechos de los Apostoles encontramos además numerosas disputas de Comunidades entre sus miembros judios y no judios, disputas que San Pedro y San Pablo cortaban rápidamente no diciendo que eran superiores unos u otros, sino recordando a ambos que los unía el Cristo.

Digo todo esto, porque todavía escandaliza que el Cristianismo sea precisamente la culminación de toda la Tradición Universal que la Iglesia Romana consideraba como herética, de ahí que la Iglesia del Paráclito sea una Iglesia verdaderamente Católica en el sentido Universal, ya que el término católico significa Universal.

La Tradición Universal nos habla de un Padre Universal, Omnimodo y Omnipresente del cual aparece Su Amor, el Verbo Encarnado que se manifiesta varias veces a través de los cultos Iniciáticos  hasta encarnar en Cristo y dar entrada por primera vez al hombre en el conjunto de los Hijos de Dios.

Nos habla de una Madre Universal-aspecto femenino del Padre- que es Madre y Esposa de Dios. Junto a esa Triada Originaria-Trino Logos Solar de la Tradición- Dios se sirve desplegandose Él mismo de todo un conjunto de Hijos que cumplen un Plan Divino, que va desde los dioses (no confundamos un dios con DIOS), hasta el hombre mismo, todo ello expresión de diferente intensidad del Padre mismo. Todos Hijos de Dios.No hay contradicción más que en la pobre mente del hombre, incapaz de abarcar a la Mente Divina. En toda afirmación de intolerancia religiosa, en toda quema de Iniciados en el cadalso público, ha habido una terrible herejía de pretender limitar a Dios. Por eso cuando un ser humano en cualquier época de la Historia invocaba al Padre a través de un “Dios, Hijo de Dios” regente  de un aspecto de la Divinidad, el Padre podia responder a través de Él, en el fondo, es la misma actitud que mantenemos con respecto a los Ángeles, tras la instauración de la Iglesia Romana. Los dioses acercaban el hombre a Dios.

La Fraternidad Universal y que la Tierra cante la Gloria de Dios no vendrá desde el exterminio de herejes, sino desde la comprensión profunda de que todas las aparentes diferencias son expresión de  un mismo mensaje, y que son Obra de Amor del Padre que ha tratado de hacer accesible al hombre Su mensaje.

Como dice el Iniciado B.Schuré,  nada menos que el Hijo Unigenito de Dios ha dado entrada en la Divinidad al hombre por primera vez, formando parte de los dioses “Sois Dioses, Juan 10) y de ahí las enigmáticas Palabras del Buda:

“Algún día los dioses envidiarán a los Hombres”. Es éste un gran misterio que sólo en el Temple podréis descubrir. He de terminar aquí.

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