Los Panteones

En el paso de la iglesia a la sacristía, se abre la puerta al Panteón de Reyes. Fue idea de Felipe II, construir una cripta bajo el altar mayor para Panteón real, pero no pudo ver comenzadas las obras. Su hijo, Felipe III, queriendo cumplir la voluntad de su padre completó el proyecto, que fue emprendido en 1.617, bajo la dirección del arquitecto Juan Gómez de Mora. Para la ejecución de la obra, se contrató al maestro Pedro de Lizargáte y en poco más de dos años, se encontraba ya recubierto de mármol desde el arranque hasta la cúpula, hechas algunas urnas y preparados gran parte de los bronces que habrían de decorarlo. Pero el año 1.621 moría el rey y la obra quedó detenida unos 22 años, que provocaron bastantes daños por el abandono, los cuales se agravaron por el brote de un manantial en la cripta que desencajó y descompuso los mármoles y la convirtió en una cisterna.

Las dificultades fueron tantas, que todos aconsejaban al rey que construyese el Panteón en otro lugar del monasterio, pero el ingenio y conocimientos de Fray Nicolás de Madrid, Vicario entonces, puso remedio a todas las dificultades aceptando Felipe IV su plan.

Después de siete peldaños, se encuentra la entrada a los Panteones y hay una lápida de mármol negro con adornos dorados, que contiene una narrativa alusiva a la construcción del Panteón. Sobre esta inscripción, un frontispicio en arco partido en su centro para alojar el escudo real y a sus lados, unas figuras de bronce que representan la naturaleza humana desfallecida y la esperanza.

De  notable efecto es la escalera que desciende a los Panteones, toda de preciosos mármoles de San Pablo de los Montes en Toledo y jaspes de Tortosa, tan bien ensamblados que parecen de una sola pieza. Consta de 33 escalones y tres descansos. A los 13 peldaños, encontramos dos puertas, la de la derecha que va a la sacristía y la de la izquierda que conduce al Panteón de Infantes y los Pudrideros. Bajando otros siete peldaños se acaba la escalera y se abre una puerta de bronce que da paso al Panteón de Reyes.

El Panteón de Reyes, está construido bajo el altar mayor de la Basílica, de planta octogonal de 10 metros de diámetro y 10,60 de altura, totalmente recubierto de mármoles y jaspes, con molduras de bronce dorado. El pavimento es de mármoles y jaspes de diversos colores formando en su centro una estrella. En toda la periferia, se elevan 16 pilastras de jaspe de orden corintio, con bases y capiteles de bronce. Las urnas, 26 en total, están colocadas en estanterías de mármol negro, cuatro en cada ochava y dos sobre la puerta. Las correspondientes a los reyes están situadas a la izquierda y las de las reinas, madres de príncipes herederos, a la derecha, excepto la de Isabel de Borbón, primera mujer de Felipe IV, enterrada aquí por expreso deseo del monarca.

Los reyes que aquí descansan son: Carlos I de España y V de Alemania, Felipe II, Felipe III, Felipe IV, Carlos II, Luis I, Carlos III, Carlos IV, Fernando VII, Isabel II, Alfonso XII y Francisco de Asís, esposo de Isabel II (rey consorte). Las reinas son: Isabel, esposa de Carlos I; Ana, cuarta esposa de Felipe II, Margarita, esposa de Felipe IV, María Ana, segunda esposa de Felipe IV, María Luisa, primera esposa de Felipe V, María Amalia, esposa de Carlos III, María Luisa, esposa de Carlos IV, y María Cristina, cuarta esposa de Fernando VII. Faltan Felipe V, que está enterrado en la Colegiata de la Granja, con su segunda esposa Isabel de Farnesio, y Fernando VI, enterrado en el convento de las Salesas de Madrid, junto con su esposa, Bárbara de Braganza.

El altar es de mármol verde de Génova con un relieve de bronce representando el entierro de Cristo. La espléndida lámpara de bronce, se hizo en Génova para este Panteón y es ochavada, de 2 metros de alta con 24 brazos muy adornados.

(Continuará)

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