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Las Tentaciones (XIV)
Publicaciones Orden de Sion - Enseñanzas para el Crecimiento Interior
Escrito por María de Aquitania   
Miércoles, 06 de Abril de 2011 00:00

Los Escribas

Los escribas, los hombres del libro y de las Escrituras, la mayoría de ellos eran fariseos. Su prestigio comenzó tras el exilio de Babilonia, cuando su especialidad se distinguió de los sacerdotes, que estaban recluidos en el templo dedicados al culto. Para lograr ser un escriba, había de hacer grandes estudios sobre la Escritura, el derecho y las tradiciones interpretativas pudiendo así obtener el título de doctores. A los cuarenta años, el doctor podía ordenarse  escriba y aspirar a un asiento en el Sanedrín. Se les llamaba rabí (maestros) y vivían de un oficio, ya que no podían cobrar por sus actividades. Como sabían hebreo, leer y escribir, enseñaban en las Sinagogas, ya que los libros bíblicos estaban escritos en hebreo y debían ser traducidos para su comentario.

Jesús se formó en las Sinagogas, en las escuelas rabínicas a cargo de los escribas en Galilea, por eso podía enseñar en las Sinagogas y los Evangelios lo presentan ahí muchas veces, especialmente en la de Cafarnaún donde tenía Su casa. Nos cuenta Marcos, que un maestro de la Ley se acercó a Jesús para preguntarle cual era el Mandamiento más importante, y parece sorprendente que un rabí haga esa pregunta a Jesús, aunque teniendo en cuenta la cantidad de preceptos que había, que hasta un rabí podía llegar a estar algo confuso en ocasiones.

Pero la pregunta no parece provocada por la confusión sino por el deseo de obtener la opinión de Jesús.

Jesús le contestó: “El Mandamiento más importante es este: Escucha Israel, el Señor nuestro Dios es el único Señor. Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento más importante que estos”. Tras esta respuesta, lo aplaudió y felicitó y esta compenetración  con sus ideas, hicieron que Jesús le devolviera su aprecio y le aclarase: No estás lejos del reino de Dios.

Jesús advirtió contra la forma de actuar de muchos maestros de la Ley y de los fariseos, y ofreció una interpretación más profunda, de los antiguos mandatos y de cómo debían vivirse las normas y preceptos. Entre los varios anuncios que realizó Jesús acerca de Su Pasión y muerte, algunos son tan descriptivos que responden a una formulación posterior de las comunidades cristianas. Pero lo que aquí queremos resaltar,  es  que  en  ninguno  de los anuncios que Jesús hizo sobre ello se cita como implicados a los fariseos, pero sí a los notables, los ancianos, los jefes de los sacerdotes y maestros de la Ley.

(continuará)

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