El hombre a lo largo de la historia, ha tenido la necesidad de buscar un lenguaje, que a la vez fuese universal y sintético, como las imágenes y símbolos.

Por la meditación sobre un tema, se cristaliza en el subconsciente una forma simbólica, la de un objeto o figura geométrica, que se corresponde absolutamente con la idea o el pensamiento. Siendo esta la forma por la que se explican los sueños.

El hombre está vinculado a todo el cosmos, él vive y vibra con el Alma Cósmica, estando de esta forma, en contacto con el mundo de los arquetipos, de los principios, de las leyes. La imagen que representa el Universo es el cono, cuya proyección es un circulo con un punto central. Siendo esta figura el símbolo del Universo.

El lenguaje simbólico, que es el lenguaje universal, representa la quintaesencia de la sabiduría. Las imágenes pertenecen todavía al plano astral, mientras que los símbolos geométricos pertenecen al plano causal. También a los cristales se les considera símbolos del plano causal, ya que son la expresión de una geometría pura. El hecho de ser mineral y por tanto más material, no quita que se cumpla el aforismo de: “Lo que está abajo es como lo que está arriba”, y por tanto, los cristales reflejan el mundo causal.

El mundo de los símbolos es el de la vida. La vida trabaja con símbolos y se manifiesta a través de ellos; cada objeto es un símbolo que contiene vida. Para comprender la vida hay que trabajar con los símbolos, y a la inversa, para descubrir los símbolos y comprender todo lo que contienen, hay que vivir la verdadera vida.

Ante la pregunta de: ¿Para qué sirve un símbolo?, podemos responder: ¿Para que sirve una semilla?. Es imposible transportar un árbol y todo un bosque, pero es posible transportar semillas. Los símbolos son semillas que podemos plantar. Es imposible llevar consigo a todas partes, todos los libros, pero con algunos símbolos en vuestra cabeza, esto es posible, pues todos los libros están resumidos en algunos símbolos.

(continuará)