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Sendero del Grial. Enero 2009 |
Publicaciones Orden del Temple - Senderos | |
Escrito por María de Aquitania | |
Sábado, 31 de Enero de 2009 00:00 | |
En este nuevo año que comienza, en el cual os deseamos salud en todos vuestros cuerpos, paz, armonía, serenidad y Luz interior, comenzamos una nueva sección, llamada como el enunciado, propia de la Orden del Temple. La publicación será mensual, y tratará algo del mes en cuestión en que se presente. Esperamos os sea de utilidad su análisis y reflexión. A LOS QUE CREEN...... Queridos hermanos y hermanas en cualquier lugar del mundo en que os halléis. Este mensaje no es político, ni ecológico, ni religioso. Tampoco pedimos nada. Es una llamada a la reflexión. Desde hace tiempo, los científicos, vienen alertando que nuestro planeta, la Tierra, tendrá una viabilidad difícil para la existencia en no muchas décadas. Lo que parecía que iba a ser algo a larguísimo plazo, tanto que más de uno pensaba “a mi no me va a llegar, ni siquiera a mis hijos....así que qué mas da tanto catastrofismo, todo es fruto de mentes calenturientas”. Pero eso que parecía tan lejano, en el lapso de diez años o menos, ya está teniendo unas consecuencias visibles; eso si tenemos en cuenta solo lo que nos cuentan los gobiernos y que por su evidencia no puede ocultarse....., y no podemos menos que pensar “si esto es lo que nos dicen, ¿qué será lo que callan por motivos tan diversos como la economía, el manejo de la ignorancia, y muchos items que no vamos a desmenuzar por conocidos?”. De lo conocido, podemos repasar los agujeros de ozono; el efecto invernadero; la terrorífica y sin medida tala de la Amazonia (ya se ha devastado una superficie mayor que Francia), contaminación de acuíferos, que explica el progresivo envenenamiento de ríos y mares; lluvia ácida; cementerios de residuos atómicos, etc. etc. Y por favor, como decimos al principio, no penséis aunque lo parezca el párrafo, que es un canto a la catástrofe. No, es una reflexión, repetimos, para analizar que ante estos peligros evidentes ¿cuál es la actitud que adoptan la mayoría de las personas?. Pues tristemente la indiferencia y la pasividad, y se si habla de todo esto, la respuesta suele ser un encogimiento de hombros ante la aceptación de esa posible fatalidad, o la burla. Pero como ya sabemos, no hay nada nuevo bajo el Sol y recordemos lo que aprendimos de niños, cuando a los cristianos nos hablaban en la escuela de los tiempos “finales”: “Como en los días de Noé, así será la aparición del Hijo del Hombre. En los días que precedieron al Diluvio, todos comían, bebían y se daban en casamiento; hasta el día que entró Noé en el Arca y no se dieron cuenta hasta que vino el Diluvio y los arrebató a todos. Así será la venida del Hijo del Hombre. (Mateo XXIV)”. Hoy sucede exactamente igual, con la diferencia de que esta vez no será por agua, sino por otros elementos que mejor no mencionar porque todos lo imaginan y no es cuestión de cargar las tintas. Aunque no pensamos que los tiempos finales, esperamos, no se refieren a una exterminación del planeta, sino de una caída de esta civilización, que será sustituida por los que vibren al igual que el planeta y que laboren por una etapa nueva. Aunque hay algo más. Es probable que si Cristo volviera en las mismas condiciones en que vino la primera vez, serían los propios cristianos los que le clavarían en la Cruz. ¿Qué harías tu, hermano o hermana nuestro?. Ten siempre presente las palabras del Maestro: “Lo que siembres, eso recogerás”. No vale por tanto, encogerse de hombros, porque a los “tibios Dios los arrojará de Su boca”. Se pueden adoptar dos posturas. Una, intuir que es posible una catástrofe, pero pensar resignadamente que no se puede hacer nada. Otra, creer con fe ciega que Dios salvará a todos porque Él es Amor y Misericordia. Esta última, es una coartada por nuestra parte para eludir responsabilidades personales, pero no olvidemos nuestro libre albedrío y que Dios no puede salvar a los que hacen todo lo posible por no ser salvados. Pero hay una tercera vía. La de participar en salvar al planeta y a la humanidad mediante una toma seria de conciencia:
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