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Bestiario Medieval (III)
Publicaciones Orden del Temple - Bestiario Medieval
Escrito por María de Aquitania   
Lunes, 09 de Noviembre de 2009 00:00

El Tigre

Hay un animal parecido al león, aunque con el hocico más largo y curvado, que se encuentra en la India y se llama Tigre, que preserva a sus crías generalmente en una bola hueca, y si ve que le han robado un cachorro, marcha tras el ladrón a una velocidad asombrosa hasta que lo alcanza, por muy lejos que se encuentre. El Tigre se lo lleva a su guarida, dejando malherido o muerto al que le sustrajo a su cachorro.

Tigris, el Tigre, toma su nombre de la velocidad que desarrolla en su carrera, ya que los persas, medos y griegos, solían llamar “tigres” a sus flechas. Este animal, se distingue por las manchas de su pelaje, por su gran valor y velocidad extraordinaria. De él toma su nombre el río Tigres, por ser el más veloz. Vive principalmente en Hircania.

La tigresa, cuando encuentra vacío su cubil o ve que falta alguno de sus cachorros, se lanza con rapidez tras las huellas del ladrón, pero el que se ha llevado al cachorro, aunque vaya en un caballo al galope, será alcanzado por la tigresa.

En la India hay otras bestias feroces que también tienen manchas en el cuerpo, que son tan fuertes y peligrosas, que nadie se atreve a acercarse a ellas. Corren a tal velocidad, que cuando los cazadores se acercan en busca de otros animales, jamás podrían escapar si no fuesen echando por el camino pedazos de vidrio, ya que cuando éstas ven su imagen reflejada, se creen que son sus cachorros, y se ponen a dar vuelta sobre ellos hasta que los rompen con las patas y no encuentran lógicamente nada en ellos. A veces ocurre con estos animales que tanto piensan cuando contemplan su imagen, se quedan tan absortos, que podrían ser cogidos vivos.

Simbólicamente, este animal representa a un tipo de hombre común, que no tiene fuerza de voluntad alguna y cuando el diablo, que es cazador y ladrón de almas, les ha robado el alma por algún pecado mortal, como la soberbia, la avaricia, la envidia, etc., él quita las almas cuando sabe que se encuentran en mala situación. Los hombres, se preocupan mucho de hacer determinadas cosas para salvar sus almas, como ayunos, mortificar el cuerpo, peregrinaciones etc., pero el diablo que sabe más que ellos en cuanto a obrar mal y tentar, pues no tiene poder para obrar el bien, se atraviesa en sus caminos proporcionándoles las tentaciones con las que sabe va a apartarlos del buen camino, por lo que les muestra riquezas, posesiones, mujeres u hombres hermosos, y además les engaña mediante la vanidad del mundo y pensando que van a permanecer por siempre jóvenes y ricos, y así, dejan perder sus almas.

 

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