Los Motivos y Razones (II)

La segunda razón es que el Paráclito anunciado, cuya influencia se hace sentir siempre más, espera que los discípulos, los apóstoles de los últimos tiempos, estén preparados para recibirle. Los tiempos están llegando, la aceleración es siempre más fuerte, más acentuada, todas las piezas del gran ajedrez toman su sitio. Es imperativo que tomemos el nuestro ahora, ya, so pena de perder el maravilloso destino que nos ha sido reservado. ¿Entendéis lo que intento haceros comprender?.

La tercera razón es que han aparecido unos signos inequívocos y alarmantes,  los cuales os desgranaré más adelante, y en particular dos de ellos, que ya surgieron hace años. Uno, que fue la tragedia de Chernobyl, y otro, los estragos provocados por la enfermedad del Sida. Dos signos apocalípticos sin duda alguna, y que deben hacernos comprender el “Mane, Thecel, Phares”, explicado a Baltazar, rey de Babilonia por el profeta Daniel:

-     Mane: Dios ha contado los días y marcado el fin de este mundo (cambio de Era).

-   Thecel: os pone en la balanza, esperemos que no estemos demasiado ligeros.

-     Phares: El mundo va a ser dividido. Los discípulos y los demás. ¿Estaremos entre los discípulos?. Eso depende de nosotros mismos exclusivamente, de nuestra VOLUNTAD.

Para reforzar nuestra voluntad de Regeneración, y para hacernos comprender la extrema urgencia de emprenderla, me propongo comunicaros una serie de datos sobre los dos signos apocalípticos mencionados anteriormente:

-     El desarrollo imparable del Sida

-     Los efectos prolongados de la tragedia de Chernobyl.

Estos son dos ejemplos, entre muchísimos de cómo se deteriora la Vida sobre nuestro planeta, sin mencionar la situación financiera que asola a millones de personas por la crisis económica global, pero hace falta completar el cuadro, por recordar también como el hombre apaga lenta, pero con certeza, la vida en sí mismo, por la forma en que está inmersa la sociedad actualmente.

(continuará)

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