El Cristo dice a sus discípulos: “Sois la Luz de vuestro mundo”, pues cada uno de nosotros debe ser el transmisor fiel de la Luz que recibimos de Él. Cada discípulo, por consiguiente, es responsable de la iluminación del mundo que le rodea y que está constituido por su familia, sus amigos, las relaciones de trabajo y sociales, y por todas las personas y seres vivos con los que está en contacto en el circulo mundano donde se mueve. Por eso es tan importante, que estemos siempre “encendidos” difundiendo la Luz Crística.

La Luz, es Conocimiento espiritual aplicado en acción. El auténtico Conocimiento, nunca es ni especulativo ni abstracto, es el Conocimiento de las Leyes Cósmicas que rigen el Universo, así como el conocimiento de la Voluntad del Padre y del camino que lleva hacia Él. Sin este Conocimiento, los hombres están en tinieblas, no ven nada ni saben a donde van; y como la gran mayoría de los dirigentes de este mundo no tienen la menor idea de ello, la humanidad corre ineludiblemente hacia la catástrofe.

El Conocimiento, supone un cambio radical, es al paso de las tinieblas a la Luz, es un cambio de forma de pensar, de sentir, de actuar, de hablar y comportarse; y es lógico, puesto que antes de saber, uno está ciego y vive como un ciego, pero cuando adquiere la vista, deja de andar a ciegas, con bastón o perro. Anda con los ojos abiertos, la cabeza erguida y el paso firme. Igual sucede con el que adquiere Conocimiento espiritual; su forma de pensar, sentir, hablar, cambian radicalmente y se vuelve distinto a los demás que están ciegos. Pero también es cierto, que cambiando el sentido de nuestros pensamientos, sentimientos y actos, imprimiéndoles un sentido noble y espiritualmente elevado, podemos alcanzar paulatinamente la Luz y salir de nuestras tinieblas.

Los consejos luminosos del Ermitaño (Lámina IX del Tarot)

Ø Busca afanosamente el camino hacia la Luz, no te complazcas en la oscuridad ni en la ceguera espiritual.

Ø Enciende tu Luz, tan pronto como hayas captado que naciste como chispa de Luz, enciende tu vela en la Luz del único Maestro: El Cristo.

Ø No dejes apagar tu Luz, vela por ella continuamente y con ella ilumina tu mundo.

Ø Desarrolla la fuerza de tu Luz. La Luz es un sendero, y quien no avanza, retrocede. Sigue siempre adelante, con prudencia pero sin dilación.

Ø Con tu Luz, trasciende tu vida. La Luz es fuego al servicio de tu voluntad; pues con la Luz y la Voluntad, alcanzarás un plano superior de vida.

¡¡Viva Dios, Santo Amor!!.

Non Nobis