PRIMERA

Leémos que recientemente, S.S. Benedicto XVI, invita al Islam a "mostrar juntos que somos una única familia".

Amplía el texto en un diario de tirada nacional, que S.S, invita a católicos y musulmanes a demostrar juntos, por nuestro respeto mutuo y solidaridad, que nos consideramos miembros de una única familia, la familia que Dios ama y reúne desde la Creación del mundo hasta el final de la historia humana.

Estas palabras, que nos congratulan enormemente por ser la unión del Islam y la Cristiandad uno de los objetivos de la Orden del Temple, han sido dirigidas a 58 participantes en la primera reunión del Foro Católico-Musulmán, nacido por idea de 138 personalidades islámicas que firmaron en octubre de 2.007 la carta abierta "Una palabra común" dirigida a todos los responsables cristianos.

Los 29 representantes católicos encabezados por el cardenal Jean Louis Tauran, presidente del Consejo Pontificio para el diálogo interreligioso y los 29 musulmanes encabezados por el gran mufti de Bosnia-Herzegovina Mustafa Ceric, presentaron una declaración conjunta en la que ambas religiones (las dos más importantes del mundo) se declaran llamadas a ser instrumentos de amor y armonía entre los creyentes y para la humanidad en su conjunto, renunciando a cualquier agresión, presión, violencia y terrorismo, especialmente el cometido en el nombre de la religión.

Hay también además de una condena expresa al terrorismo, un llamamiento al respeto de los derechos humanos, incluído el de la libertad religiosa todavía poco respetado en bastantes países musulmanes, con Arabia Saudí a la cabeza. Que hay derecho a tener sus lugares de culto y a que sus fundadores y símbolos que se consideran sagrados no sean víctimas de ninguna burla o ridiculo.

La Orden del Temple, manifiesta su apoyo total a estas decisiones, y que ya es hora de que la cordura llegue a todas las mentes y corazones, sea cual sea su religión, para que el respeto común, la paz y la armonía tengan lugar en todos los países y se produzca la ansiada unión de las dos ramas que proceden de un mismo tronco: Abraham. Que el Señor ilumine a todos los que deban tomar estas decisiones y acuerdos y siempre estaremos dispuestos a colaborar y apoyar estos movimientos de exquisita integración.

SEGUNDA

Se ha producido en España una decisión judicial, en la que se obliga, tristemente, a retirar todos los símbolos religiosos de las escuelas e instituciones públicas, a petición de una demanda presentada por un padre de alumno sin creencias religiosas y que se ve por estas imágenes al parecer, vulnerado y atentado en sus derechos. El señor juez, ha considerado que procede esta petición al ser España un estado laico. Hasta ahí mas o menos la noticia.

Para nosotros, cristianos, nos parece sin embargo que aunque haya que acatar la sentencia, si se puede discrepar de ella y nosotros lo hacemos formalmente por las siguientes razones.

Si, como efectivamente España es un estado laico, y se considera que una imagen del Cristo crucificado "agrede" la sensibilidad de alguna persona, podrían pensar que a otros nos insulta y ofende lo contrario, y desde luego somos muchos más. Los cristianos, dada la globalidad de los alumnos que ahora hay en este país por la gran inmigración de otros cultos y culturas, no nos ofende en absoluto y respetamos las costumbres de otras personas, por tanto, no vemos las razones de que haya esta discriminación a nuestros símbolos que para muchos son sagrados.

Mas en cualquier caso, si es que tanto ofende la imagen del Cristo en una escuela o institución, nos preguntamos el por qué se hace de Su nacimiento, (una fiesta por otro lado casi mundial), un motivo de vacaciones, fiestas, y sobre todo de una promoción comercial de regalos y consumo exacerbado de dulces y bebidas para estas fechas, lo cual es un absoluto contrasentido, pero claro, esta abolición llevaría a la protesta de comerciantes y grandes almacenes, lo cual no parece conveniente a las arcas tanto de ellos como del Estado.

Un poco de coherencia, señores, que si el nacimiento del Cristo es algo importante para los cristianos, que sea por algo más que para banquetes y regalos, como el aprovechar el compartir con los que poco o nada tienen, solidaridad, fraternidad, y muchas virtudes más que Él nos enseñó.

Discrepamos con respeto de Vd., señor juez, y por eso lo manifestamos públicamente.