La primera aparición documentada de la Sábana Santa, fue poco después de la supresión de la Orden del Temple que la expuso por primera vez al público. Enrique, Obispo de Troyes, decía no podía ser auténtica por no estar mencionada en los Evangelios. La primera referencia a lo que podía ser la Sábana Santa, data de 1.203, cuando un cruzado francés, Roberto de Clari, describió el objeto exhibido en una iglesia de Constantinopla.

Sigue diciendo, que nadie de entre los griegos y franceses, supieron del paradero de esta Síndone después de la caída de la ciudad. Algunos historiadores, postulan que el Sudario debidamente plegado, debió ser el objeto expuesto bajo el nombre de Mandylion, con el semblante impreso del rostro de Jesús en un paño, que según cuenta la leyenda fue enviado por Él mismo al rey Abgar de Edesa enfermo de lepra, y que parecía no ser obra de mano humana.

El primer dueño conocido del Sudario en Francia hacia 1.350, fue Geoffrey de Charney, fallecido en 1.356, y recordemos que uno de los compañeros mártires de Jacques de Molay se llamó así. Un gran genealogista indica, que Geoffrey de Charney era sobrino de uno llamado igual, que fue Maestre de la Orden del Temple en Normandía y que acompañó a Molay en la hoguera. También aduce pruebas que esta familia estaba vinculada por lazos de sangre y matrimonio con los Brienne, los De Joinville y los Borgoña. ¿Cabe pensar que los Rex Deus procuraron censurar el Sudario, con la certeza de que en el futuro tendría un papel importante?, a saber, que Jesús no vino a realizar ningún sacrificio de tipo redentor, sino a enseñar un Camino de Iniciación.

En 1.453, Margarita de Charney de 72 años de edad y sin hijos, la última de su linaje, recibió al Duque Luis de Saboya en el castillo de Varanbon, y le ofreció las rentas de la finca Maribel a cambio de ciertos servicios valiosos y el más señalado del Santo Sudario al Duque, ya que éstos de la Casa de Saboya eran del grupo Rex Deux.

Hacia el siglo XV, las fuentes eclesiásticas empiezan a citar la reliquia como el Sudario de Jesús. Cinco años más tarde, Della Rovere fue nombrado Papa, con el nombre de Sixto IV y en su tratado La Sangre de Cristo de 1.468, el papado reconocía por primera vez la autenticidad de la Síndone y le asignó su festividad el 4 de Mayo. En el siglo XVI, la Síndone fue dañada al pasarle por encima un hierro al rojo y en 1.532 el estropicio fue mayor, con el incendio del edificio que guardaba la reliquia, quedando afectada una esquina y chamuscados los 48 pliegues antes de que consiguieran apagar las llamas. La parte dañada se remendó con 48 parches en forma triangular y en 1.578, el Duque de Saboya mandó llevar el Sudario a Turín, donde permanece en la Catedral desde el 1 de Junio de 1.694.