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Heroísmo y sendero: El Corazón del León (I)
Publicaciones Orden de Sion - Reflexiones Espirituales
Escrito por María de Aquitania   
Lunes, 14 de Marzo de 2011 00:00

El heroísmo como valor moral aquí y ahora

Autor: M.C.R.

Introducción

A finales del siglo XIX, Angel Ganivet escribía una frase que iba a resonar durante generaciones en la vida española:

Hay que echar una doble llave sobre el sepulcro del Cid”.

Con esta frase, Ganivet se refería a la necesidad de dejar de vivir exclusivamente vinculados al pasado cerrando los ojos al presente, y vivir mentalmente ubicados en formas que fueron hermosas y útiles en otras épocas resistiéndose inútilmente a los vientos de una modernidad que, con sus luces y sombras, llamaba a las puertas de la Historia para ocupar el papel que, para bien o para mal, el destino inexorable requería.

Pues bien, quien hoy escribe estas líneas lo hace desde la conciencia de que es la Modernidad lo que toca campanas de réquiem, y que el mundo de hoy afronta una Postmodernidad fracturada en multitud de incógnitas, con numerosas razones tanto para la esperanza como para la preocupación.

Bien se hizo echando doble llave al sepulcro del Cid,y de otros héroes de otras naciones y épocas, porque de un Sepulcro no quedan más que restos orgánicos y miserias de lo que se fue, y reanimar una forma histórica que fue impulso en su momento puede suponer un freno y problematización para la evolución.

Lo que ocurre es que junto con el olvido de las formas olvidamos también su contenido atemporal que es lo que realmente define una idea que merezca la pena llamarse tal: Su mensaje de Sacrificio, de anteposición de las necesidades colectivas a las individuales, de vivir entregado a un Ideal de Belleza, Verdad y Justicia, en definitiva de todo aquello que vive a través de las épocas independientemente de las circunstancias materiales y temporales. Mal hicimos en olvidar que el heroísmo es atemporal, aunque necesariamente temporales las formas en que se manifiesta.

Necesitamos la vuelta del heroísmo. Es urgente.

El Mundo se aproxima a una Edad Media, en la que conviven núcleos donde se cultivan los valores atemporales y fraternales con inmensas fracturas de infelicidad: Hambre masiva, Depresión, suicidios, maltrato del Medio Ambiente.

La Sociedad industrializada, escolarizada y democratizada se ha transmutado en una Sociedad tecnificada, hiperespecializada y masificada en la que se mueven ochocientas veces más rápido la información que hace solo cien años; curiosamente, la incomunicación y el aislamiento se convierten en conductas mayoritarias: Cuatro mil millones de hambrientos en el Mundo, mientras se construyen viviendas unipersonales y se mantienen relaciones sentimentales y personales sin contacto humano, a través del ordenador….

(Continuará)

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