Autor: Hno. A.L.

II. La otra cara de la “venganza china”.

Alguno de vosotros posiblemente la conocerá. Dice así: “Si alguien te hizo daño, no tengas prisa, siéntate en la puerta de tu casa, ten paciencia y verás pasar por delante el cadáver de tu enemigo”.

La actuación del Templario: En primer lugar, recordar que en los Evangelios, el Hijo del Hombre no les llama enemigos, sino el prójimo que hay que redimir y “la otra cara” de esa actuación, debería ser para el Templario: “Si alguien te hizo daño, no tengas prisa, siéntate en la puerta de tu casa, ten paciencia y tendrás la oportunidad de ayudar a tu prójimo”. El Templario siempre devolverá bien por mal.

III. La penitencia.

En muchas partes de los Evangelios, se relata que Jesús se iba al desierto a orar y hacer penitencia y quizás también, a descansar de Su azarosa vida evangélica.

Personalmente, no sé cómo un Templario debe hacer penitencia. Yo lo que suelo hacer, es que si he discutido o peleado con alguien, le pido disculpas.

Otro tipo de penitencia que se me ocurre y aunque sea irrespetuoso lo que voy a decir ahora, es rezar el Rosario, ya que lo considero de una monotonía tal, que me da la sensación de que no me reporta ninguna espiritualidad; no por ello, dejo de rezarlo todos los días, incluyendo las Letanías. Espero que ese pequeño esfuerzo que hago diariamente, me haga comprender su importancia y me aporte espiritualidad.

(continuará)

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